Chequen mi hermoso cuarto, mi lindo futón, mi almohada rellena de arroz. Las puertitas del lado derecho eran las del WC, pero a parte tenía como un cancel.
Había que ponerse las pantuflas para ir al WC.
Viendo anime en japonés, 'course! Aunque lo más usual eran las novelas.
Y tomamos el Shinkansen. Me acuerdo que traía mi maleta grande roja de ruedas, la mediana de ruedas y la mochila rosa. UTS! Apenas podía con todo, llegué sudando como camionero!
Llegamos a la estación de Shibuya en Tokyo, como no sabíamos ni cómo llegar bien, o más bien, yo ya no podía ni con mi alma...tomamos un taxi. El taxi súper limpio cubierto con sus carpetitas impecablemente blancas (creo que hasta eso nos costó, caray!). Nos pidió el # telefónico y con ese dato en su GPS llegamos sin problemas a nuestro ryokan, que por cierto no estaba tan chido como el de Kyoto.
Era domingo y el último día que teníamos para visitar la tienda de Square Enix, la única en el mundo. Que como solo abre sábados y domingos, no había de otra que ir ese día.
Así que tomamos un bus a la estación JR de Shibuya.
Y LLEGAMOS!!!
La tienda estaba divida en dos. La primer parte a la entrada, era como para niños (muñecos, juegos, figuritas, lápices, etc.), atrás estaba lo de adultos. En esta parte estaba la joyería y artículos más finos. En el piso una figura de Sephirot en tamaño real........!
Después de desfalcarnos nuevamente, fuimos a comer algo.
Regresamos, dejamos las cosas y salimos a pasear a Shibuya, uno de mis lugares favoritos en Japón.
Esto si es publicidad!
Claro que subimos y nos echamos un Starbucksazo. Adentro Carlos empezó a tomar fotos, pero le pidieron amablemente que no lo hiciera.
Este es el cruce más grande y con más personas por minuto en el mundo.
Por supuesto entramos a Tower Records, Disney Store, etc. etc.
Esta es una de las que alcanzó a tomar Carlos antes de lo que ya les conté.
Shibuya nos gustó tanto, que regresamos a cerrar el viaje....
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